Salir de clase, ir pitando a la Fira de Barcelona para disfrutar de uno de los eventos más flipantes en los que he estado (y no son pocos). La verdad es que nunca había podido acudir a ninguna convención de tattoos ni nada por el estilo y allí dentro rodeada de tatuadores y gente tatuada me sentí como una cría y como pez en el agua a la vez.
Cuando eres un mero amante de la tinta aficionado, observar trabajar a los grandes intimida y asombra. La comodidad con la que trabajan, sin sufrir, siendo conscientes de que lo que hacen, lo hacen bien.
El ambiente que se respira, concibiendo el tattoo no solo como dibujos en la piel sino como cultura underground sumándole al arte en la piel la moda, los coches, las motos custom, los graffittis, skaters, tuvieron cabida también las Hakas y el Breakdance hasta se podría decir que hay gran parte de diseño gráfico!!
El ruido de las máquinas de tatuar acompañó durante todas las visitas que hice a la Expo y creedme, cuando tienes mono de tatuarte no hay sonido más sexy y sugerente que el de una máquina de tatuar.
Besitos y tinta!!
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